En fin, me pasa también que por esto mismo las palabras pierden el momento apropiado para ser dichas. Lo apropiado por ejemplo fue hablar del encuentro con la Vero y el Bartolo hace un mes cuando ocurrió y no ahora que ya cambió el clima y y los cigarrilos y el ron subieron de precio.
Apropiado tb hubiese sido hablar todo lo que quise hablar de la Naty cuando quise hacerlo, para defenderla un poco, para pensar que podía ser mi hija pidiendo perdón y no sentir que no hice y no dije nada. O eso otro de las mujeres asesinadas por quienes las aman.
Todavía puede que esté a tiempo de decir cosas importantes, algo que realmente no sobre y siempre pienso que eso importante son los nombres de las personas.
Son muchos y sería una desinteligencia decirlos, pero ahí están y me dan vida... y me insisten en que diga algo. La hermosa Marce que escribe hermoso de Antofagasta y el Joel con su amistad a toda prueba por ejemplo, mi flaca Yulí cumpleañera y el Jorge que desde Malasia se salvó de planificar... a todos les prometo que no escribo de nuevo en tres meses más, pero que siempre los recuerdo y los leo.
Esto ha sido una desinteligencia.