si quieres irte, puedes hacerlo
pero deja en esta mesa
la canción esa
con que me mordí la lengua y me apreté las manos
De no ser así,
preferiría que te quedaras
y que te pongas a decir esas cosas
extrañas y redondas que siempre dices
esas caras rosadas y esas manos calientes
que dibujas en las hojas con tu lápiz de cera
Que te quedes
no hasta uno ni hasta dos
sino que te quedes y defiendas la alegría
que te quedes mengano
Y que abras esos bares en los que apareces tan seguido
y que fingas que me escuchas mientras te obligo a tus palabras
que te quedes
pero no inmóvil, ni ahora ni nunca
que te quedes
que te quedes aunque sea en una tregua
o en una primavera con una esquina rota
y que hagas otro inventario para que te quedes...
jodido y radiante