jueves, julio 20, 2006
Elo aquí. El tatuaje que decidí invitar a mi fiesta cuando ya había celebrado 35 de ellas junto al vino, los amigos y los nombres que sé decir de memoria. Elo aquí, el dibujo de un escorpión que bien podría ser la letra de tu nombre, tu alma o el recuerdo de esa noche debajo de ese árbol.
Claro, ambos sabemos que no es nada de eso, pero que bien podría ser todo eso. Si queremos saber lo que es... El escorpión sigue llevando la delantera aunque quizás él hubiese preferido estar más claramente definido y que su cola no se confundiera con sus tentáculos como nos pasa a los que nos disfrazamos y de eso hacemos nuestro pasatiempo.
Elos aquí un escorpión y un brazo y una carta escrita en una silla con ruedas que se convierte aveces en el banco de un parque y el sillón de un café.
Silvio, el de siempre, me cuenta "Hay locuras..." y yo quisiera responderle que hay locos y que yo los conozco y él, que siempre sabe lo que debe decir, me responde "y vaya usted a saber lo que pasa".
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1 comentario:
Me gusta tu "escorpión" que no es tal... Me recuerda esas pinturas abstractas en las que un "algo" se devora a si mismo, empezando por el centro...
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