viernes, septiembre 15, 2006
Sueño que me regaló un duende
Tengo aquí enfrente mi vida
escrita entre colores azules y rojos
Aceptas tomar estas manos
y acariciarlas con tu rostro.
Aceptas desnudar mi miedo frente al silencio
y caminar conmigo tus tristezas y mis brindis
Recibir la semilla que descubro en tu tierra
para que nos de cobijo en las noches que tiene este invierno
para que se parezca a mi eterno olvido y a tu imperdonable sonrisa
y para que un día nos descubra desnudos recordando sus pasos
Aceptas derramar tu llanto en mis manos
para que un día yo sepa
qué me dicen tus ojos cuando no los entiendo
para que un día sepas que nadie puede
soñarte tanto como yo
Aceptas recibir mis brazos delgados
mi frente de polvo mis labios de agua
mis mañanas de tos mis dolores de muela
Aceptas
Yo por mi parte aceptaría tu pecho de almohada
en una tarde de abril para seguir escribiendo
los poemas de tus besos
Para recibir este regalo que me hizo, no me explico
qué duende bendito, del que aun me imagino sus ojos
y me imagino la manera en que entró despacio por tu vientre
para entregarme el secreto profundo de tu suspiro
Aceptaría olvidar mis mañanas de silencio
y permanecer contigo hasta que oscurezca
y puedas espantar las miradas de mis noches
Tengo aquí enfrente mi vida
Que se dibuja en tu rostro de arena
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2 comentarios:
Me he quedado sin palabras, me ha encantado
...que sueños tejes en tus noches, ligero fantasmita de escarcha....
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