viernes, agosto 04, 2006

Himno del Mediodia


Esta es la tierra que armó mi vida
Que congeló las mañanas eternas
Que navegaron mi infancia
La tierra que no tiene color ni forma
Ni amaneceres de agua, ni oscuridades de cielo
Este es el jardín que nació entre senos opacos
Y vientos oscuros que hablan y cantan

Esta es la plata, la piedra, la altura,
El pedazo de tierra, el cobre gastado
Esta es la tierra en la que conocí
El color que tiene el silencio
Y la forma apretada que tiene la noche,
Y en la que aprendí las palabras agrestes
Que dice el desierto

Con ella me quedaré cantando
mientras congele mi sangre
Y vea correr por el mismo suelo
los abrazos que ahora se te parecen

A ella te dejo mis manos
que un día caerán desgastadas
Y la boca que dichosa besó tus figuras
Y un día bese marchita su greda reseca

Con ella aprenderé de a pedazos
que no hay vino en sus uvas
sino sangre en sus venas
Que en sus socavones no hay cobre
sino entrañas en su vientre
Y en ella recordaré los pedazos de historias
Que en la piel tengo guardadas

En mi padre el silbido delgado,
del que, cantando, desgaja olores
y en mi madre, la fuerza y la cara limpia
los brazos ardientes que cobijan dolores

de ellos, el aroma abrigado que tienen los besos
el amor peregrino a la tierra que endurecen
la sonrisa sin prisas que recibe al mediodía

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